Nuestros pequeños y pequeñas ajedrecistas necesitan comenzar progresivamente su aventura en la competición, pero no encuentran espacios competitivos adaptados a la iniciación en los que ir aplicando poco a poco las habilidades que van aprendiendo en sus clubes y escuelas. Los problemas pueden llegar en forma de frustración cuando se topan con la realidad de la mayoría de las competiciones infantiles, donde se enfrentan con rivales más experimentados, en escenarios que no les permiten disfrutar y aprender a competir, adaptándose poco a poco a las condiciones de la competición.
Sin duda, hace falta que los clubes atendamos esta necesidad de nuestros numerosos alumnos y alumnas con torneos especialmente diseñados para ellos. Torneos formativos en los que se prime el aprendizaje, en los que se enseñe a los niños a competir de forma sana, en los que la derrota pase a un segundo plano y la presión no exista. Torneos en los que los pequeños jugadores y jugadoras aprendan a usar relojes y planillas sin ver castigados los errores fruto de la inexperiencia. Torneos que persigan el desarrollo integral de niños y niñas que encuentran en el ajedrez una forma de diversión y expresión de su creatividad, ganen o pierdan.
Este torneo escolar organizado por el club "El Caballo" de Casabermeja reúne esas características a la perfección y ha sido el mejor destino para nuestros alumnos de "Ajedrez Victoria". Hoy, seis de nuestros pequeños aprendices han tomado parte de este evento en el que disfrutarán de tres mañanas de sábado jugando al ajedrez. Para cuatro de ellos, ha supuesto su bautizo en torneo oficial y, en la primera jornada, con resultados diferentes, todos han conseguido el mismo objetivo: aprender a competir disfrutando del ajedrez. Todos han salido de la sala de juego contentos con su experiencia e ilusionados por sentirse jugadores de ajedrez sin ninguna presión. También ha sido un excelente ejercicio para los padres y madres, ante el importante papel que tenemos en ayudarles a relativizar las victorias y las derrotas. Gracias de corazón a nuestro club hermano "El Caballo", sin duda para nosotros un hermano mayor con el que aprender y crecer, un espejo en el que mirarnos en la labor de educar y cuidar a nuestros pequeños ajedrecistas, respetando sus distintos ritmos y procesos de aprendizaje. Y, por supuesto, gracias también a las familias de Ajedrez Victoria que han depositado su confianza en estos dos clubes, para iniciarse en el ajedrez formativo y competitivo.
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